Pétalos y pétalos sin verte
al recuerdo le ha crecido la barba
siguiendo el rastro de las golondrinas más sutiles
las del miedo
y los días pasan ebrios de ese licor tan común en las piedras
en los corazones que ven a la muerte de frente
con una dilatada palpitación
de rutina
la de marcar el tiempo con el cuarzo de la primera campana
allá en la torre
allá en la ausencia extendida temprana o remotamente
por una efímera piel de agua.
Navegaba, el ausente, entre este escenario destruido
por las ruinas mas insonoras del silencio
y del despertar
como una bomba henchida en secretos y cuyo resplandor
es el rajarse de paredes, el trepidar de puertas, el temblor de augurios
como una boca que necesita la voz, la caída libre
del sentimiento
el grito del niño que dibuja espirales en la escuela
porque su horario está lleno de exámenes
y la leche
de todas maneras se cuaja entre las ubres de la noche.
Huir del mundo de lo somático, de la fina armadura
oxidada por querer cerrar los ojos
detenidamente
cuando corro hacia mi cama como hacia el invierno
respirando entre el cauce
aliento milagro que remonta
toda una llave abierta desprevenidamente
debajo del mar
así es el amor
así de inútil es querer olvidarte
cuando el frio me averigua, y me abrazo
solo entre toda la jauría del recuerdo.
siguiendo el rastro de las golondrinas más sutiles
las del miedo
y los días pasan ebrios de ese licor tan común en las piedras
en los corazones que ven a la muerte de frente
con una dilatada palpitación
de rutina
la de marcar el tiempo con el cuarzo de la primera campana
allá en la torre
allá en la ausencia extendida temprana o remotamente
por una efímera piel de agua.
Navegaba, el ausente, entre este escenario destruido
por las ruinas mas insonoras del silencio
y del despertar
como una bomba henchida en secretos y cuyo resplandor
es el rajarse de paredes, el trepidar de puertas, el temblor de augurios
como una boca que necesita la voz, la caída libre
del sentimiento
el grito del niño que dibuja espirales en la escuela
porque su horario está lleno de exámenes
y la leche
de todas maneras se cuaja entre las ubres de la noche.
Huir del mundo de lo somático, de la fina armadura
oxidada por querer cerrar los ojos
detenidamente
cuando corro hacia mi cama como hacia el invierno
respirando entre el cauce
aliento milagro que remonta
toda una llave abierta desprevenidamente
debajo del mar
así es el amor
así de inútil es querer olvidarte
cuando el frio me averigua, y me abrazo
solo entre toda la jauría del recuerdo.
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